Me di garra es una expresión colombiana que quiere decir que lo hice increíblemente, mas allá de los límites, la expresión es generalmente positiva, pues me di garra en Tunez, últimamente hay una tendencia en mis viajes: cada uno es mejor que el anterior y justo antes de viajar tengo la impresión de que estoy haciendo algo descabellado, una locura, pero pronto se confirma que estoy en el lugar correcto y los viajes se tornan inolvidables.
Pues recorrí una parte de éste pais olvidado, donde nunca ni vi ni me crucé con otro turista, donde dormí en casas de mis amigos y donde hice algunos de mis mejores trucos en BMX. Es 2019 y el turismo que ya era poco después de la rebelión de “la primavera Árabe” de 2012, quedó casi en ceros después del ataque terrorista de 2015 que dejó 60 muertos.
Me pregunto cuantos Colombianos han pasado por Tunez, cuántos han llegado hasta Sfax, y cúantos han hecho un backflip en la única rampa del pais, en La Marsa, me pregunto cuántos riders de BMX lo han hecho, me lo pregunto con una sonrisa y la cabeza llena de recuerdos….
Llegué al aeropuerto de Tunis, Cartago a la media noche de un miercoles, no tube problemas para entrar, tenia una dificil visa que había tramitado en Paris por la cual esperé casi dos meses y que me aprobaron ése mismo dia, unas horas antes con la embajada ya cerrada, el encargado de las visas y yo llamábamos desde la embajada a Tunez con la esperanza de nos dieran respuesta, no lo logramos y el hombre tubo que convencer al consul de hacer las respectivas llamadas, el hombre me había ya hablado tanto de su pais que ya no quería escuchar más, nunca le dije que iba con bicicleta porque para evitarme peligros el hombre me prohibió incluso rentar bicicletas, mi historia fue que iba a un hotel en la playa de Hammamet, si pasé por esa ciudad, pasé en mi bicicleta y me dirijí dos pueblos mas arriba hasta Al-Mamoura.
Contaba que llegué al aeropuerto de Tunis a medianoche, tenía 5 o 6 invitaciones de Couchsurfing y contactos de riders pero nunca recibí una invitación formal con alguna dirección, así que busqué el hostal de mejor pinta, llamé y me esperarían (ya contaré aue yo era el único huesped), quedaba a 8 kilometros del aeropuerto, pregunté a la policia (en Francés) si la ruta era segura y me contestaron que por supuesto porque había policia, entonces armé mi bicicleta en 10 minutos, pregunté a los taxistas por donde quedaba la ciudad y evité sus insistentes ofertas, los dejé ahí aparcados y escapé en bicicleta, espero poder transmitir la impresión que me dieron los Árabes, ellos, amables pero insistentes, dan ordenes o van agarrando y halando cómo si naturalmente se hiciera su voluntad. Me tardé unas dos horas recorriendo esos 8 kilómetros, rodé junto a las palmeras y letreros indescifrables por las autopistas que a veces bordeaban barrios oscuros y sucios donde no me atreví a entrar, por miedo, pero miedo a lo desconocido, no tenía ni idea que habría allí pero después de los días me di cuenta de que la noche ne Tunez es solo para los que algo buscan en la calle y entonces es mejor no estar allí. Ningún taxi habría podido llevare a ese hostal, estaba en la medina, es decir, en el viejo centro peatonal donde la calles son de piedra y desde donde se fundó la ciudad.
A las dos de la mañana de ese primer dia en Tunez, entré en la Medina y busque la dirección en al mapa, no la encontré, hasta que un hombre que pasaba me ayudó y me llevó al hostal, donde yo fui el único huesped, una gran casa que seguramente en otros tiempos fue la mansión de alguna familia rica. Me desvestí y me acosté bajo las frias cobijas pero notaba una corriente de aire frio, cerré la ventana de mi cuarto que estaba abierta y así pasé la primera noche en Tunis, al despertar descubrí que estaba en el corazón de una ciudad Árabe, y me lamenté por no poder haberla visitado hace unos 100 años, cuando sería una autentica joya Musulmana totalmente diferente a occidente, pero me alegré porque me creía el único visitante, o por lo menos el único en BMX.
El frío
Algo que siempre recordaré fue el frío en las noches y en esas madrugadas de febrero, El invierno estaba pasando pero con unos 5 grados de temperatura el viento se colaba por ventanas abiertas o por rendijas mal tapadas y las cobijas, pesadas cobijas de lana como en Colombia, eran tan frías cómo el suelo, cómo mi mochila era minúscula, no tenía ropa extra, y a veces tube que pedir a mis amigos un pantalón de pijama, y casi nunca había agua caliente, el agua de la ducha era fría en una madrugada ya fría. Al final, algunos días no pude bañarme o me bañaba solo en las noches, cuando después de todo un día de bici realmente lo necesitaba.
En las calles de Tunis
Es medio dia en Tunis, la capital de Tunez, yo ya he andado un rato entre la novedad de una mañana Arabe, ya tomé un te con mi anfitrión en un hermoso Café, en donde la mesera se ofreció a hospedarme en la noche (y acepté), ya había entrado por primera vez n una mezquita y ya había tomado algunas buenas fotos, era medio dia y comenzaba el riding con Med Aziz, mi contacto BMX en Tunis, montamos todo el dia, en la medina y en la ciudad, en la noche tomamos cafe con sus amigos skaters y todos fuimos a montar, fué para mi un reto y una prueba, practicamente estaba montando solo, haciendo mis mejores trucos, con la motivación de la compañía de los chicos y la promesa de registrarlo en algunos clips de video que me servirían para mi edit de BMX en Túnez. A falta de alcohol, los hombres tunecinos van frecuentemente a los cafés, donde beben té o café y donde pueden fumar shisha, en la noche comenzó a llover torrencialmente y me fui a buscar a la chica del café, Khouloud:
Khouloud
Conocí a Khouloud en el café donde ella trabajaba, por 2 dinqres te sirven un te con yerbabuena dulce, ella me invitó a pasar la noche en su casa, con su novio me acogieron en su apartamento en pleno centro de Tunis, antes fui con el chico a buscar hierba para fumar, no la consiguió porque ese día habían protestas y los vendedores temían a la policía, pero esa noche de llovizna recorrimos calles muy feas de la ciudad, que me recordaban a las calles no tan feas de Bogota es decir, Bogotá podría ser mucho mas peligrosa y drogadicta. Ellos venían del sur de Tunez, el chico de una región de la cual no recuerdo el nombre donde según él se originaba la etnia Berbere, los habitantes originarios de Africa del norte antes de que llegaran los Árabes, me contó que Berbere es un feo nombre pues significa Bárbaro y que el nombre correcto es Amazig o algo asi, me habría gustado ir muy al sur de Tunez pero no tube el tiempo y el centro norte me tenía muy ocupado, no se si algún día vuelva a Tunez, no es un destino fácil.
Un viaje al pasado en tren
Era el segundo dia y a las 8 de la mañana yo ya estaba recorriendo las calles de Tunis para llegar a la estación de tren, en este momento de mi vida puedo decir que hablo Francés fluido, y no tube problemas para comprar mi billete de tren, los empleados de la estación me decían que debía comprar otro billete para la bicicleta, pero me dejaron subir al tren después de contarles un poco mi propósito, que era hacer BMX en Tunez, El ferrocarril es una cosa maravillosa, aunque se caìa a pedazos de lo viejo y la puerta del vagón no cerraba, es una cosa maravillosa, en Colombia no hay trenes. aseguré mi bicicleta a un tubo del tren y busquè asiento, todo me parecía fotografiable e interesante, estoy seguro de que yo era el único extranjero del tren pero la gente no se daba cuenta porque no lo parezco y eso me gusta mucho. La policìa y el controlador gritaban en árabe a un hombre de unos 20 años, no tenìa tiquete, que cómo lo sé, porque luego se sentó a mi lado y me dijo “hice algo muy estúpido, no tenìa dinero y me subí sin comprar el tiquete”, me preguntó a donde iba y le dije que a Sfax, dijo que él tambien, eran unas 5 horas de trayecto, me preguntó después cuanto había pagado por mi tiquete, 12 dinares, unos 3 euros, y sin rodeos ni verguenza me pidió que le diera dinero para su tiquete, si no tendría que bajar en la siguiente ciudad, uno de esos pueblos grandes donde se percibe el desierto pero no se ve. 3 Euros no es nada para mí, pero tuve uno de esos momentos en donde se debe tomar una decisión rápidamente, darle los 3 euros y facilitarle la vida al hombre, vi a todos sus compatriotas en el tren y me pregunté porque no acudía él a ellos y porqué tenía yo que responder por un extraño, luego me dijo que se los prestara y en Sfax me los regresaría, pero pensé que por supuesto no lo haría, finalmente le dije que no y el hombre quedó ahi a mi lado, y yo quedé inquieto por mis posesiones, mi cámara, por ejemplo. El hombre se fue al rato y no supe más de él.
La primavera Árabe, resumen
Se considera el comienzo de estas manifestaciones el 17 de diciembre de 2010 en la Ciudad de Túnez, cuando un vendedor ambulante (Mohamed Bouazizi) fue despojado por la policía de sus mercancías y cuentas de ahorros y en respuesta, se inmoló en forma de protesta. Durante su agonía miles de tunecinos se rebelaron contra las malas condiciones a las que el país estaba sometido, causando un efecto dominó en el resto de las naciones árabes. Desde 1987, Zine el Abidine Ben Ali gobernaba Túnez con un Gobierno considerado autoritario. Los tunecinos, ante la situación Bouazizi, salieron a protestar contra Ben Ali. Mohamed Bouazizi falleció el 4 de enero de 2011. Diez días después, el presidente Ben Ali dimitió. El ejemplo de Túnez fue imitado en el resto del mundo árabe.
A veces iba a la parte trasera del tren, cámara en mano para tomar fotos desde las puertas, que se abrían solas y dejaban una oportunidad perfecta para ver rápidamente los pueblos del camino. Un hombre, elegantemente peinado me presentó a su hija Fatima, quien tenía unos ojos increíbles, única mujer de cinco hermanos y según él “la Reina”, me dijo que la economía va mal desde la revolución árabe del 2012 pero que “la libertad es maravillosa”, poder decir lo que se piensa y no temer cada dia a la policía ni a la prision, hablábamos en francés, decía que antes tan solo por hablar con un extranjero cómo yo, la policía lo podía llevar preso, que antes nadie podía dar su opinión, ahora la prensa era libre y ellos podían sentir esa hermosa libertad.
Sfax, la ciudad del sur
Crucé en tren la ciudad de Sousse, cercana a Monastir, donde montaría mas tarde, llegué a Sfax una hora tarde, como es costumbre, Sfax es una ciudad industrial del sur, sin turismo, los chicos me esperaban en la estación ansiosos, eran 5 o 6, me saludaron con beso cómo es costumbre entre hombres en éstas tierras y no desperdiciamos tiempo para ir a rodar, encontamos a otros riders y querían que yo dejara mi mochila con sus amigos, al final sólo dejé la alforja con algunas cosas, la tarde comenzó coiendo un gyro, o kebab, y comenzó a llover en contra de todos nuestros deseos de un buen clima, cuando escampó visitamos la muralla de la medina donde podríamos montar, mientras me ponía las rodilleras ocurrió el mal momento del día…
No le prestes la bici a nadie
Me ponía las rodilleras y esperaba que bajara el almuerzo qu había comido cúando llegó un niño de unos 12 años con otro chico de unos 16, comenzaron a hablar con mis amigos y despues de un rato el niño estaba usando una de las bicicletas, yo le dije a mi amigo, en ingles, que si los conocía y que no prestara su bici a nadie, a lo que él me dijo que no me preocupara, 2 minutos despues todos vimos cómo el niño se alejaba con la bicicleta hasta que no lo vimos más, pregunté porque se había ido con una de las bicis pero nadie sabía y las caras comenzaron a tornarse preocupadas, 10 minutos y el niño no volvía y yo seguía recordando cómo roban bicis en Colombia y cómo mi amigo Andrej de Serbia me contó que un niño que frecuentaba el skatepark un día robó su bicicleta y tubo que recuperarla en un barrio de gitanos de Belgrado. Propuse que no dejaramos ir al otro muchacho y que llamáramos a la policia, pero parece que realmente los dos visitantes no eran amigos. otros diez minutos de agonía porque el día de riding parecía arruinarse y el niño regresó y recuperamos la bici. Era hijo de uno de los vendedores ambulantes de la medina. No le prestes la bici a nadie!
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