Nunca me importó ir a Italia, ni a Francia, cuando vivía en Londres me negaron la visa Europea (y por eso viaje a otros destinos), ahora desde mi hogar en Paris escribo sobre Milan, ciudad donde he tenido el placer de vagar unas 5 o 6 veces, incluida una vez cuando me deportaron de Macedonia a Italia.

Esta última vez confirmé lo que siempre he intentado hacer, rodar entre los locales cómo un Milanes mas, es difícil describir la sensación de frio si nunca lo has sentido, y aunque en año nuevo Milan el frio va de los 2 a los 6 grados centigrados, allá están acostumbrados y se monta todos los dias, he descubierto que las chaquetas de invierno solo son necesarias si te quedas quieto, una vez comienzas a montar te la puedes quitar y aunque sientes mucho frio, es mas el calor de la adrenalina, aunque prefiero el verano cuando solo una camiseta basta.

Tomé el tren nocturno Paris-Milan, uno de los pocos trenes nocturnos que quedan en Europa, por realmente poco dinero, 50 eur, se puede hacer los 800 kilometros que separan las dos ciudades, yo tengo muchisima experiencia con los trenes cama Chinos y las 10,5 horas de trayecto las pasé cómodamente en la cama de arriba del camarote, el problema fue mi bicicleta, que tube que desarmar y poner tanto debajo de la cama de abajo como arriba en mi cama…

Y otra vez estaba en Milan, eran las 6 de la mañana y con 2 grados de temperatura, tenía mi bicicleta para rodar los 5 kilometros hasta la casa de mi amiga Viviana, quien me esperaba con un capuchino y panetón, no conozco una sensación viajera que se iguale a llegar a una ciudad, tomar tu bicicleta y comenzar a rodar por las calles cómo si vivieras allí, a veces da la impresión de que eres un local más que va en bicicleta lo he hecho en lugares como Honduras, Costa Rica, El Salvador, Mexico, Peru, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, etc, y pienso “jaja, los estoy engañando, no soy de aquí”, pero en lugares como Japon, China, Moldavia, Finlandia, etc etc, seguro que ver un latino en una BMX es una vista inusual. Aunque corrijo, tal vez si hay sensaciones viajeras mejores a rodar en las calles, por ejemplo amanecer en la casa de una chica local.

El plan en Milan era pasar Navidad y año nuevo con mi amiga, ir a esquiar a los alpes Italianos, visitar a is amigos Japoneses en Florencia, rodar BMX todo lo que pudiera y algo nuevo, hablar por primera vez en Italiano, pues había estado estudiándolo por un mes y estube listo para dar mis primeras conversaciones en esa lengua. Mathilda, mi hija, iba de vacaciones a Toulouse y yo había ya hecho muy bien mi papel de padre soltero durante todo el año y merecía éste pequeño viaje de BMX y placer, aunque la sensación de ser padre soltero, dejar a tu hija e irte a hacer acrobacias en bicicleta a otro pais es una sensación de irresponsabilidad e imprudencia que me ocurre siempre pero que se olvida fácilmente con la adrenalina.

Los 5 kilometros de ruta por el centro de Milan a las 7 de la mañana me mostraron una ciudad despertándose, muy fria, el Duomo, las más famosas tiendas siendo limpiadas y preparadas para la jornada y los personajes bien sea madrugadores o esos que nunca fueron a casa, y la neblina que lo envolvía todo con su presencia, unas horas mas tarde ya estaba yo montando con los chicos locales por las calles de Milan.

Al final de ese primer día en Milan que comenzó con la llegada en tren q las 6 de la mañana, con 4 grados de temperatura, ya había tomado el café Italiano que tanto deseaba con mi amiga, con quien almorzamos, ya había recorrido la ciudad de arriba a abajo con los chicos, calculé unos 30 kilómetros de pedaleo y entonces ya oficialmente era un rider más de Milan y podía irme a la cama tranquilo, me quedaban aún 8 o 9 dias más de viaje.

Milan no solamente fué BMX, fué snowboarding en los Alpes Italianos, Courmayeur, a 3 horas de Milan, allí celebramos Navidad y disfrutamos de la nieve en ls montañas.

Deportado desde Macedonia…

Solo un par de fotos de mi paso fugaz por Milan, no era la primera vez, por allí he pasado 4 o 5 veces y volveré pronto, Milan es un lugar especial para mi, sin mucho por visitar una buena amiga que tengo allí ha hecho que yo sienta de Milan un lugar de acogida.

A Milan llegué de emergencia cuando me echaron de Macedonia y me obligaron a comprar un billete de avión de regreso a “Europa”, y lo mas barato para regresa a mi casa, a Paris, era ir a Italia y tomar un tren de 8 horas hacia Paris. Estaba muy cansado pero el riding en Italia fue inolvidable.

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