Pero quien demonios va a Eslovaquia? bueno, ademas de mi amigo Daniel quien se casó con una Eslovaca allí? un tranquilo Bogotano a quien conocí en mis épocas de bicitaxita en Londres y quien ahora vive en un pequeño pueblo de Eslovaquia llamado Pezinok.
Un vistazo al video que armé con mi visita a Eslovaquia?
Camilo J. Chaves, riding Austria, Slovakia & Hungary from camilo chaves on Vimeo.
Eslovaquia es uno de esos destinos que me dan orgullo, un pais en el corazón de Europa, antiguo miembro de la Unión Soviética, es dificil imaginar un lugar tan bonito con personas de aspecto tan agradable y “Europeo” bajo la mano de hierro del régimen que tanta tristeza dejó en Europa del este, pero allí llegué, en bus y con mi BMX.
Realmente llegar a Bratislava no fué dificil, tomé un bus desde Austria, era más rápido que el épico trayecto en barco por el rio Danubio, que no habría estado tampoco nada mal. Era verano y en Verano todo es mas facil, mas bonito, mas alegre, mas viajable.
En éste viaje de tres paises, Austria, Eslovaqua y Hungría me dí garra (me pasé) con la selección de equipaje: mi mochila de 30 litros de siempre con.
- Una pantaloneta (además del pantalon que llebaba puesto)
- 3 Camisetas
- 3 juegos de ropa interior
- una chaqueta rompeviento
- Mi casco y rodilleras
Nada de zapatos extra, nada de toalla, nada de cosas innecesarias, fué un éxito, nunca necesité nada mas, aunque tenia que lavar mi camiseta casi todos los dias, y una vez el pantalón rojo dejó casi toda mi ropa rosada, jejeje
En Bratislava encontré a Daniel, en una playa en el rio danuvio, ya un hombre con una linda familia y una vida organizada disfrutando de un domingo de verano, Yo debía llegar a la estacion de tren para tomar el tren que me llevaría a su casa, pero en el camino encontré una pandilla de BMX que, sin saludarme si quiera me invitaron a seguirlos, nos conocimos un rato mas adelante y llegamos a un skatepark, de ahi en adelante todo el dia fue de BMX, de jugar, de montar, de rodar por las calles y escucharlos un poco, uno me ofreció hospedaje pero yo ya tenía una invitación en un pequeño pueblo en el campo que me moria por visitar.
Una vez en Pezinoc, un pueblo a una hora de la capital, me di cuenta de que no tenía como contactar a mi amigo, por mas que di vueltas no conseguí internet, y supuse que él vendría a buscarme a la estación, así que me quedé en los alrededores con la tranquilidad de quien ya ha tenido un dia increible, Daniel efectivamente llegó y de ahí en adelante fue un paseo agradable, con comída típica, cervezas, su familia y tour por los pueblos cercanos, incluida una tarde de BMX en el pequeño skatepark de éste pueblo perdido de Eslovaquia.
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